Prehistoria Fandom

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Los insectos (Insecta) son una clase de animales invertebrados del filo de los artrópodos, caracterizados por presentar un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas (que, no obstante, pueden reducirse o faltar). La ciencia que estudia los insectos se denomina entomología. Su nombre proviene del latín insectum , calco del griego ἔντομα, 'cortado en medio'.

Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso de la Tierra, son muy diversos con aproximadamente un millón de especies descritas, más que todos los demás grupos de animales juntos, y con estimaciones de hasta 30 millones de especies no descritas, con lo que, potencialmente, representarían más del 90 % de las formas de vida del planeta. Otros estudios más recientes rebajan la cifra de insectos por descubrir a entre 6 y 10 millones.

Meganeura

Los insectos pueden encontrarse en casi todos los ambientes del planeta, aunque solo un pequeño número de especies se ha adaptado a la vida en los océanos. Hay aproximadamente 5000 especies de odonatos (libélulas, caballitos del diablo), 20 000 de ortópteros (saltamontes, grillos), 120 000 de lepidópteros (mariposas y polillas), 120 000 de dípteros (moscas, mosquitos), 82 000 de hemípteros (chinches, pulgones, cigarras), 350 000 de coleópteros (escarabajos, mariquitas), y 110 000 especies de himenópteros (abejas, avispas, hormigas).

Los insectos no solo presentan una gran diversidad, sino que también son increíblemente abundantes. Algunos hormigueros contienen más de 20 millones de individuos y se calcula que hay 10 hormigas viviendo sobre la Tierra. En la selva amazónica se estima que hay unas 60 000 especies y 3,2 x 10 individuos por hectárea. Se estima que hay 200 millones de insectos por cada ser humano.

Artrópodos terrestres tales como los ciempiés, milpiés, escorpiones y arañas se confunden a menudo con los insectos debido a que tienen estructuras corporales similares, pero son fácilmente distinguibles, ya que los insectos presentan tres pares de patas, mientras que los escorpiones y las arañas tienen cuatro pares y carecen de antenas, y los ciempiés y milpiés tienen muchos pares de patas.

Registro fósil[]

Los primeros hexápodos conocidos son el colémbolo Rhyniella y el insecto Rhyniognatha, que datan del Devónico Inferior (hace unos 400 millones de años); el primero es una especie bastante derivada y parecida a los actuales Isotomidae y Neanuridae; no está clara la posición de Rhyniognatha, aunque posee unas mandíbulas dicóndilas similares a las de los monuros, tisanuros y pterigotos. También de Devónico inferior son los restos de un arqueognato, Gaspea palaeoentognatha.

Meganeura fossil

Pero la diversificación inicial de los insectos debió ocurrir mucho antes, tal vez en el Silúrico; las alas fosilizadas más antiguas son del Carbonífero pero, dado que hay indicios de que Rhyniognatha pudo tener alas, la radiación de los insectos alados (Pterygota) debió ocurrir en el Devónico.

Los primeros pterigotas (insectos alados) aparecieron en los inicios del Carbonífero. En el Carbonífero medio existían ya numerosos insectos, perfectamente diferenciados en al menos 11 órdenes entre los que destacan los Palaeodictyoptera†, Diaphanopterodea† y Megasecoptera†, que recuerdan a los odonatos actuales y que en algunos casos alcanzaron envergaduras de 75 cm, y los Ephemeroptera que llegaron a alcanzar los 45 cm de envergadura y de los que existen representantes actuales, mucho menores.

Del Carbonífero superior data el primer hallazgo de un insecto holometábolo; se trata de una larva eruciforme (en forma de oruga) de tipo mecopteroide-himenopteroide.

Durante el Carbonífero superior y el Pérmico inferior aparecen en el registro fósil grandes artrópodos terrestres (protodonatos de más de 70 cm de envergadura, arañas de más de 50 cm y miriápodos de más de 1 m). Este hecho se explica, según Graham et al., porque en aquella época, los niveles de oxígeno atmosférico eran muy superiores a los actuales (del orden del 35 % frente al 21 % actual); este valor tan alto favoreció el gigantismo de los artrópodos, al poder incrementar la dimensión de su sistema traqueal.

A lo largo del Pérmico se produjo una progresiva desertización, lo que condujo a importantes cambios en la flora y en la fauna. Los grandes bosques de licopodios se redujeron y fueron reemplazados por gimnospermas; los insectos sufrieron una rápida evolución y se diversificaron mucho. Así, a finales del Paleozoico existían ya 27 órdenes y tuvo lugar la radiación de los insectos holometábolos y la extinción de los paleodictiópteros.

Durante el Mesozoico aparecieron nuevos órdenes como los dípteros, tisanópteros, odonatos en sentido estricto, himenópteros, isópteros, matodeos, etc., pero también se extinguieron órdenes paleozoicos (protodonatos, paraplecópteros, miomópteros, etc.). La gran radiación de los insectos modernos empezó en el Triásico; durante el Jurásico aparecen algunas de las familias actuales, y en el Cretácico, la mayoría de las familias modernas ya existían. Hace 100 millones de años, la organización trófica de los insectos estaba ya bien definida, antes de que las angiospermas aparecieran en el registro fósil. Los insectos se vieron poco afectados por la extinción masiva del Cretácico-Terciario (la que extinguió a los dinosaurios y a otras muchas criaturas); así, la entomofauna del Cenozoico está compuesta principalmente por las familias actuales, al igual que hace 100 m.a. Desde el Jurásico, solo una familia se ha extinguido, los protelitrópteros.

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